martes, 28 de diciembre de 2010

Santo Griales del Coleccionismo. (V) Las Peores Figuras de la Historia

Hay muchas razones por las que adoro México, desde su terrorismo alimenticio que me hace sentir más vivo cuantas más papilas gustativas mata, hasta la forma en que usan el lenguaje, diciendo "chicharos" cuando quieren decir "guisantes" .

Otra de las razones por las que adoro México es porque se pasan sistemáticamente por la piedra a su equivalente de la SGAE, y sacan muñecos y líneas de juguetes que sobrepasan los límites de la fealdad para dar nacimiento a otro canon de la belleza que sugiere que mientras se parezca ligeramente al original, un Darth Vader puede ir vestido de faralaes y ser de corcho comestible y seguir siendo especial.
Todo eso y los luchadores profesionales con máscaras molonas.

El quid de la cuestión recae en hacer un muñeco realmente abominable. Horrible en todos sus aspectos. Insano. Feo de cojones, vaya.
No vale hacerlos de material barato y que los colores sean algo diferentes como las copias baratas que hemos visto en anteriores post.
Eso no es suficiente para convertir en maravilla la cutrez.
A ver, yo me enorgullezco de tener 2 de los juguetes más feos de Star Wars que existen, uno es el Chewbacca de la promoción de Burger King de hace dos años y el otro es el Darth Vader edición de Navidad en la versión más vergonzante y roja que se le recuerda. Pero al menos esos son originales. Tienen su excusa en un creativo con un mal día y un supervisor con un peor día.

Las japoneses, seres inteligentes y de tendencias homicidas lo saben bien, y se pueden permitir el lujo de sacar este R2D2 diabólico.


Basura japo


Hecho de goma moldeable, de color verde ectoplasmático y con apéndices nuevos, esta versión de nuestro amigo astromecánico es un gran ejemplo de lo que estoy hablando.
Basura infecta que calienta nuestros corazones porque sus creadores no quisieron gastar ingenio, ni tiempo, ni dinero.
Es como ver un cachorrito en una autopista.
Te da penita, porque sabes que ni tú ni nadie va a parar a recogerlo y que su futuro es más efímero que tu cara de alegría cuando acabas el Zelda y resulta que tienes que volver a empezar con todas las mazmorras cambiadas de sitio.

Pues bien, los mexicanos sacaron una línea de muñecos de La Guerra de las Galaxias que no se merece estar ni en una atracción de feria donde se supone que te lo pasas bien pescando patitos de goma.
No sé cuántos había en la colección, pero he podido rescatar unos cuantos.
Me ha costado un huevo adivinar quién es quién y os he puesto una imagen de su versión real al lado.

Empiezo por el Emperador Palpatine porque tenía que empezar por uno, y probablemente el Emperador así lo habría querido.



Fijaos en el envoltorio, típico de figuritas que se venden en pequeños carritos, entre globos con forma de delfín y bolsitas de comida para palomas.
Luego fijaos en la tarjetita de cartón, con ese diseño tan moderno y las letras apenas legibles de "La Guerra de las Galaxias".
Todo distorsionado lo suficiente como para no pagar derechos, pero manteniendo la esencia suficiente como para que nosotros sepamos que lo que hay en la bolsita no es más que una figura azul de Palpatine.
Pero si os fijáis en la figura de Palpatine y habéis visto algún otro muñeco, algo en la cabeza os hace "click".
Y es que han copiado directamente las figuras de Kenner de las primeras ediciones enteras de la saga, allá por el '83.
Sí, los moldes han sido tallados por alguien que seguramente podía contar hasta 6 con ambas manos, y la pigmentación es digna de una goma de borrar, pero no deja de ser nuestro buen Palpatine, en su horrorosidad interior y en este caso, también exterior.


Darth Vader





¿Cómo no? Todos se atreven con Vader.
Si le tuviesen delante ya veríamos si se atrevían, pero como suele pasar con los personajes de ciencia ficción, raramente pueden vengarse.
La figura precursora de la versión de Navidad, es rojo-láser-de-blaster-de-tío-malo-de-peli-ochentera, que es un color todito entero.
Y aunque la túnica era un accesorio de quita y pon en las primeras figuras, la versión mexicana trae una especie de para sin mangas pero con un cuello abombado que recordaría a películas de espías que intercambian información en bancos de parques públicos si no fuera porque es de color verde-mierda-me-he-caído-en-un-tanque-de-residuo-radiactivo, que también es un color registrado en el pantone y en 7 revistas sobre mutaciones genéticas.
La túnica parece del todo moldeable, pero a decir verdad, me daría bastante asco tocarla directamente. No sé porqué, pero no me imagino a Darth Vader con una capa de caucho.

Boba Fett




Reconozco que hay que tener imaginación para adivinar que este es Boba Fett, porque podría haber sido La Momia, El Monstruo de la Laguna Negra o Marta Sánchez, fácilmente.
En su caso, ha optado por dejar un sólo color. El mismo que el de la túnica de Darth Vader. De ahí que cueste más reconocerle.
En realidad, el problema está en que en primer lugar, la figura original no era de las mejores.
De hecho, el muñeco original de Kenner tenía la misma pinta después de usarlo de forma compulsiva durante 5 años, y eso es porque parecía venir usado de fábrica.
Supongo que para darle mayor realismo al aspecto gastado de Fett. En mi opinión, nos colaban juguetes usados, pero como yo soy pro-reciclaje, les ha salido el tiro por la culata, y se lo han tenido que tragar.

Jawas




Me parece que ya he dicho en otros parajes que los jawas son una de mis criaturas favoritas de todo el universo Star Wars.
Su vestimenta, sus ojitos brillantes, la forma tan graciosa que tienen de moverse, y sobre todo porque te dejan con la extraña sensación de que se comunican sin problemas pese a que su vocabulario parece consistir únicamente en "mootini".
Al igual que el muñeco de Boba Fett, los jawas son monocromo, aunque de colores menos vomitivos.
Estos se parecen menos al original, y apuntan más al estilo "goma de borrar" que tanto me gustaba cuando era pequeño.
Con la suficiente fuerza, todo puede ser utilizado como una goma de borrar.

Luke Skywalker





Este muñeco me ha dado muchos problemas, porque aunque Luke tenía docenas de figuras, yo juraría que no hay ninguna en que salga con esa túnica.
Lo más cercano es el muñeco que veis en la foto, pero es el Expanded Universe, así que es poco probable que fuera el que usaron en México.
De todas las posibilidades han ido a buscar la que no existe. Sí señor.
Aunque también podría estar equivocado y se trata de otro personaje al que no tengo identificado, y después de lo que veréis más adelante, quizá sea así.
Si alguien tiene más pistas, por favor, que se ponga en contacto conmigo. Le estaré agradecido durante por lo menos un par de días.


Nien Nunb



Aquí es donde la cosa se empieza a poner rara y la risita nerviosa empieza a hacer presencia mientras miras de reojo para ver si ves cámaras, porque o esta es una serie muy extensa, cosa que no creo, o estos tíos se basan en leyes que no puedo entender para elegir los muñecos que iban a crear.
Nien Nunb tiene un rol secundario en el Retorno del Jedi, haciendo de copiloto de Lando Clarissian en el Halcón Milenario, nave que aparentemente sólo puede ser copilotada por bichos raros.
Cuando era pequeño sólo me alucinaba por sus ojos inexpresivos y los ruiditos raros que hacía. Un tipo feo de cojones, pero en la línea de la saga.
Ahora que la inocencia se ha ido desgastando con el tiempo, me alucina que dejaran salir en la peli a un tío cuya mitad inferior de la cara no es más que las partes innombrables de una dama ampliadas por 20.
En fin, la versión mexicana abusa con la peineta que lleva, pero el resto de la figura es una copia exacta y barata de la figura original de Kenner. Toda azul, en un gesto de humildad, reconociendo que la originalidad y las ganas son objetivos que no valía la pena buscar.
Porqué Lando tenía un amigo tan exótico y repugnante como Nien Nunb es algo que nunca entenderé.
Porqué una serie de creativos mexicanos decidieron meterlo en la lista de muñecos por delante de Han Solo, también.

Admiral Ackbar




Otro de esos que a pesar de lo mucho que alucinen, no eligirías para que te acompañe en un evento social. A menos que sea al aire libre y haya mosquitos. Seguro que Ackbar como mosquitos.
A pesar de tener una famosa torre en su nombre en el centro de Barcelona, el Almirante Ackbar es discriminado por su color, o al menos, alguien se está cachondeando a su costa.
Porque mira que hay colores en el mundo y usar precisamente el naranja para sus ropa es no menos que cruel.
No pedía blanco para la ropa. Visto lo visto, no pedía ni naranja para la piel. ¿Pero naranja para la ropa? Ay que joderse!
Hay gente que ha matado por menos.


Klaatu





Por la cabeza, pensaba que podía tratarse de Teen Wolf, pero el taparrabos lo deja bastante claro. Klaatu.
¿Pero qué pinta Klaatu en todo esto? Vale, salía en el Retorno del Jedi, pero apenas salía un total de 60 segundos.
Eso sí, eso me da pie a explicar que Klaatu, junto a Barada y Nikto, son tres personajes que aparecen en la película y que fueron un tributo de Lucas a la peli del '51 "El día en que la tierra permaneció quieta" o algo así.
Por supuesto en la peli ni siquiera se comenta su nombre y es a través del universo expandido donde conoces algo más de este grupo de bichitos raros.
La figura es realmente detestable y te dan ganas de autolesionarte para aliviar la tensión.
¿Qué estaban pensando?? Cómo pasaron de un taparrabos al pañal más cantón de la historia de poliuretano?


Droopy McCool





Pero de todos, el que me ha dejado más flipado es este muñeco, el de Droopy McCool.
Pensaréis que me estoy cachondeando del nombre, pero no, el tipo se llama así y es todavía más irrelevante en la saga de Star Wars que Klaatu.
El muñeco está hecho con la habilidad de alguien que no acaba de entender el concepto de "figura" y cree que el concepto de "pegote" es un acercamiento mejor a la hora de hacer muñecos.
A simple vista me parecía imposible adivinar de quién se trataba, hasta que he pensado que lo que llevaba en la mano era una flauta, y que por tanto tenía que ser un integrante de la Max Rebo Band y bingo.
McCool puede estar orgulloso de tener el nombre más ridículo y alucinante de toda la saga.
Si Homer se cambió el nombre a Max Power, yo me lo cambiaría por Droopy McCool.
No sé qué pudo pasar por la cabeza de la persona que eligió esta figura como posible candidata para ser copiada, pero seguro que iba hasta el culo de algo muy malo.
La figura original ni siquiera se vendía suelta.
Era parte del set de la Max Rebo Band, que eran 3 en la versión original, y 4 en la versión extendida.
La cuestión es que incluso del grupo de Max Rebo, Droopy era el más absurdo y cutre de todos y sólo le faltaba tener penes naranjas en la frente para ser más extraño.

Eso sí, los coleccionistas matan por poseer uno de estos engendros, y yo no creo que haya algo mejor que tener una copia absurda, cutre y barata, y lo que es mejor, hecha en México, de Droopy McCool, el personaje menos interesante de toda la saga de Star Wars.

Ah, bendito sea México. Si no fuera bendito, no habría dado al mundo a Bender, no?

lunes, 27 de diciembre de 2010

Santos Griales (IV) Lo Que pudo ser y no llego a ser.

Figuras y naves y vehículos vintage programadas pero no comercializadas:



Este apartado estará destinado a lo que pudo ser y no llegó a ser. Estaríamos hablando de lo que hubiera salido a la calle más allá de la colección de POTF. Hablaremos en primer lugar de las figuras. algunas de ellas parecen sacadas del laboratorio del doctor Frankenstein de la serie de Hasbro Kenner ya que no dejan de ser sino customizaciones sobre la base del torso, piernas y brazos de otras figuras que ya hemos visto. Lo mismo podríamos decir de ciertos vehículos que en seguida veremos. Todo hay que decirlo también, tenemos figuras curiosas surgidas ex-nihilo de personajes de la trilogía clásica que estaban programadas pero que nunca vieron la luz...


Figuras no comercializadas:



-Yarna D´al´ Gargan (bailarina de Jabba).
- Mongo Beefhead Tribesman.
- Imperial attack Droid A.
- Imperial Attack Droid B.
- Imperial Attack Droid C.



La primera figura que vamos a ver es la de aquella bailarina de Jabba capaz de usar tres sujetadores a la vez... . Dicho sea de paso, hace poco han producido esta figura, no obstante la pinta de la que iba a ser la figura vintage en calidad de esculpido tampoco tiene mala pinta, me la hubiera cogido de haber sido comercializada. Huelga decir que estas figuras, de conseguirse resultan carísimas a dia de hoy.





Otra de las figuras es la del miembro de la tribu de los Beefhead de nombre "Mongo", cuyas piernas y torso no son originales pero brazos y cabeza si... ese peto suena al del Survival Kit con el cual Luke podía llevar encima a Yoda en su entrenamiento en Dagobah. Como quiera que sea, es una figura de un personaje que no salía en las pelis clásicas (si estoy errado, por favor diganme dónde sale....):





Un mismo nombre y tres figuras distintas. Las letras (tal y como viene en la página de la cual he recopilado la información) no sirven sino para diferenciar cada una de las figuras. Hechas sobre la base de figuras ya comercializadas, como dije, parecen salidas del laboratorio del doctor Frankenstein de la Hasbro-Kenner de la época... El primero de ellos (que podríamos denominar como A -a la izquierda-) es una especie de mezcolanza con las piernas del androide médico 2-1B del Episodio V, el torso del cazarecompensas IG-88 y unos brazos y cabeza inidentificados o producidos nuevos. La figura de la foto central (B) es una mezcolanza del torso y miembros del cazarrecompensas del Episodio V Zuckuss, el arma del otro cazarrecompensas 4-Lom (también del Episodio V) y unos curiosos miembros que salen de sus hombros que sostienen el arma del bicho en lo alto. La cabeza es nueva, todo sea dicho. Ignoro la maniobrabilidad del bicho este pero el sostener el arma en alto, la única ventaja que le veo es la de evitar que se moje cuando está cruzando una corriente de agua... La figura del muñeco de nuestra derecha es curiosa también (sería el C), lo único que he identificado son las patas, que parecen las del Power Droid del Episodio IV, el resto es nuevo y resulta curioso imaginarse un ejército de estos lanzando rayos láser a diestro y siniestro bajo las órdenes del Imperio Galáctico...:



   


   
Las naves y vehículos no producidos:

- Imperial AT-IC.
- XP-36 Landspeeder.
- Rebel SRV-1 Scout and Retrieval Vehicle.



El primero de los vehículos es una variación del clásico AT-AT pero sin la parte trasera del bicho y con un mega-cañón. La única pega que le veo es que deja demasiado al aire como para que sea efectivo, pero bueno, hubiera sido curioso haberlo visto... El segundo vehículo es una variación más de todos los Landspeeder que debía haber en el mundo de Star Wars. En cuanto al vehículo de nuestra derecha, he de reconocer que es novedoso, una especie de camión de carga-tanqueta que llevar y oponer al potencial imperial en los campos de batalla de nuestras casas cuando eramos pequeños:

       
     







Por último decir que habia más planes de figuras y naves pero que, he decidio destacar estos por venir la foto directa de la pieza en si y por ser las más originales, no solamente meros repintados (por ejemplo).

De todas maneras, en el segundo enlace que tenemos abajo (apartado de piezas no producidas de Star Wars) tenemos una amplia página respecto a proyectos, fotos, dibujos, documentos administrativos con ideas, etc. sobre esta cuestión para todo aquel que quiera ahondar más en este tema.

http://montaplex.mforos.com/visit/?http://theswca.com/index.php?action=disp_item&item_id=48118
http://montaplex.mforos.com/visit/?http://theswca.com/images-speci/85LineExt/index.html


domingo, 26 de diciembre de 2010

Santos Griales del Coleccionismo (III) Rarezas de Kenner y Franquicias Piratas

DOUBLE TELESCOPING LIGHTSABERS (LUKE, DARTH VADER Y OBI WAN KENOBI): la rareza no está en las figures sino en sus sables. Estos vinieron en la primera tanda de 1977 (Early bird), y se diferencian del sable posterior ya que la puntinta para sacar o retraer el sable es mucho más larga que la de éste. Se dejó de fabricar este sable para ahorrar costos, ya que el sable era de dos piezas, mientras que el sucesor acortado sólo de una. A pesar de su rareza, la más común es la de Luke, ya que de los otros 2 casi no existen y no se ven con frecuencia.

                                             



JAWA (VINYL CAPE): Al igual en que las primeras figuras sacadas por Kenner (Leia, Obi Wan Kenobi, Darth Vader, Sand People) la capa del Jawa también era vinilica. Pero muy pronto determinaron que no tenía buena apariencia por lo cual fue reemplazada por la de tela, por lo cual en muchas regiones de EEUU la primera versión en llegar ya era al de tela




YAK FACE: esta figura es muy rara y difícil de conseguir ya que nunca salió a la venta en EEUU, sólo en Canadá, Australia y algunos países de Europa, en 1985. Iba a ser la figura vintage n° 93 en USA, pero la producción se paró en la 92





BLUE SNAGGLETOOTH: una de las figuras raras mas conocidas. Su rareza y escasez, se debe a que solo se fabrico para el set “Sears Cantina Adventure”, pero nunca salió en Blister, y fue rápidamente reemplazado por el Rojo; se dejo de fabricar ya que el personaje aparecido en la película era de baja estatura y vestimenta roja, y la fabricación de esta joya se debió a un error al hace el boceto (véanlo abajo)




POWER OF THE FORCE (LAST 17); DROIDS existen muchas otras variantes “raras” dentro de la línea de star wars, pero no me voy a detener en eso ya que son muchisimas y el post sería interminable. Igualmente les muestro otras figuras de las 3 colecciones mencionadas arriba cuyas figuras son también muy raras, buscadas y codiciadas en comparación con las demás vintage de 3 y ¾”, las 3 colecciones incluían una moneda collecionable junto con cada figura.






       

FRANQUICIAS: Debido al exito del film se vendieron muchas franqucias a diversos paises, siendo las figuras producidas en estos mucho mas raras y caras que las yanquis de Kenner, tampoco me voy a detener a nombrar y mostrar todas ya que son muchisimas, pero si voy a mostrar las mas buscadas y queridas, lo cual se debe mas que nada a que no siguieron mucho los moldes originales para hacerlas y algunos países las vendieron sin comprar siquiera la franquicia.



Uzay ](turquia), las más buscadas y más Bizarras!, sin franquicia obvio (hasta la película plagiaron los turcos, por que no los muñecos?) miren las fotos y se van a dar cuenta por que.


El blíster con la calculadora no tiene precio!!!


*Figuras Polacas, se hicieron sin licencia y son medio deformados, mas “gorditos” y de colores raros



*…Y para cerrar el post, las Argentinas.  Hechas por Top Toys (con licencia), son muy pocas, se ven en la foto de abajo todas las que hay. Se disitinguen porque el plástico es de baja calidad, suelen tener rebabas, y como muchos saben NO TIENEN AGUJEROS DEBAJO DE LOS PIES





sábado, 25 de diciembre de 2010

Santos Griales de Coleccionismo (II) Vlix - Star Wars Droids








Uno de los hechos más curiosos en la historia de las figuras de acción es que la figura producida más rara de toda la colección de Star Wars es un personaje secundario de un animado poco popular y hasta mediocre. Star Wars: Droids, también conocida como Droids.

Las aventuras de R2-D2 y C3PO fue una serie de animación tradicional de 13 episodios de duración, producida entre 1985 y 1986 por Lucasfilm y Nelvana Studios (los mismos del  infame Holiday Special de 1978). La serie tiene lugar entre Episodio III: Revenge of the Sith y Episodio IV: A new hope, y, como es obvio, narra las aventuras y desventuras de R2-D2 y C3PO.



Una de sus aventuras tiene lugar en el planeta Annoo, donde se enfrentan con la mafia, liderada por la Fromm Gang. Vlix Oncard es el jefe de seguridad de la Fromm Gang (o Fromm Family of Crime) y guardaespaldas personal de Sise Fromm, jefe de la familia mafiosa. 

Kenner, fabricante de todas las figuras de acción de Star Wars hasta ese momento, se encargó de producir la línea de figuras alusivas a esta serie. En total se fabricó una primera serie de 12 figuras. Una segunda serie de 8 figuras fue planeada, pero debido a la baja audiencia del animado, fue cancelada. Una de las figuras de esa segunda serie era la de Vlix. Kenner llegó a fabricar los moldes, pero las figuras solamente llegaron a la etapa de prototipos. Dos años más tarde, Kenner vendería los moldes de la primera serie a la compañía brasileira Glasslite. Curiosamente, junto con los de la primera serie también sería vendido a Glasslite el de Vlix.

Entre 1988 y 1989 Glasslite fabricó las 12 figuras de la primera serie de Droids junto con la de Vlix.
Durante años se conocía la existencia de prototipos del Vlix de Kenner, pero no fue sino hasta mediados de los 90 que los coleccionistas de Star Wars conocieron la existencia del Vlix de Glasslite.




Hasta la fecha, sólo se conoce un ejemplar de Vlix en blister de Kenner, y alrededor de 20 en blister de Glasslite. Sueltos han aparecido en diversas ocasiones en subasta, tanto el prototipo de Kenner como el definitivo de Glasslite. Los precios oscilan dependiendo de su origen (Kenner o Glasslite), su estado, y por supuesto, si esta en blister. El Vlix en blister de Glasslite suele encontrarse alrededor de los 3.500$ dólares americanos. Suelto puede hallarse alrededor de los 1.000$.

Ni Darth Vader, ni Boba Fett, ni Yak Face, la figura más rara de Star Wars es la de.... Vlix (¿?).

Santos Griales del Coleccionismo (I) Rocket Firing Boba Fett






  

Cuando salieron a la venta las figuras de la película de La Guerra de las Galaxias   (ahora conocida como  “A New Hope” o Episodio IV),  correspondientes a la “ola” con cartón 20-back (20 figuras en la parte de atrás), traían una oferta promocionando un nuevo personaje que sería incluído hacia el final de la línea. 

Este desconocido personaje, que en la versión original de la trilogía no aparecería sino hasta la segunda película, recibía el nombre de Boba Fett, el cazarrecompensas. La publicidad en la parte de atrás de los cartones lo promocionaban como una figura que incluía un morral que disparaba un pequeño cohete. Por supuesto, la figura que aparece fotografiada era un prototipo hecho a mano, para ilustrar cómo podría ser el aspecto final de la figura.




La promoción “mail-in” de Kenner consistía en enviar los códigos de barras de 4 figuras, y en aproximadamente 6-9 semanas recibir la figura por correo. La promoción iba a durar desde enero hasta mayo de 1979.
Todo iba bien, pero cuando llegaron las primeras figuras de Boba Fett, la gente se decepcionó muchísimo: la figura no disparaba el cohete que tanto promocionaban. Venía adherido, imposible de remover, a la mochila.

¿Qué había sucedido?La oscura y cruel razón involucra a otra empresa de juguetes, Mattel, y a la línea de juguetes basada en la serie de televisión Battlestar Galactica. Uno de los vehículos de esa línea, el Colonial Viper, incluía un disparador de misiles en su parte delantera. El 31 de diciembre de 1978, en Atlanta, el niño Robert Jeffrey Warren, de 4 años de edad, murió ahogado cuando accidentalmente el cohete, de 1 ¼ pulgadas, se disparó directo a su garganta. Mattel fue demandada por 14 millones de dólares por parte de los padres del niño. Se contabilizaron también heridas en por lo menos 10 niños más, por lo que Mattel, en enero de 1979, decidió recoger todos los juguetes del Colonial Viper que aún se encontraban en venta e iniciar un proceso de devolución de los 2 millones de unidades que ya se habían vendido.






Para evitar cualquier contratiempo, el departamento legal de Kenner decidió, a última hora, inutilizar el mecanismo disparador del morral de Boba Fett. Así nacía la figura más buscada, más cara y más importante no sólo de Star Wars, sino del mundo de las figuras de acción.



Existen dos versiones del RF Boba Fett, el J-slot y L-slot. Esto se refiere a la forma en la que esta fabricada la ranura en la que van el disparador y el resorte del cohete. Además, en cada versión los cohetes también son diferentes. Esto se debe a diferentes etapas en el diseño de la figura. Por lo general, las figuras con la ranura en L están sin pintar y no tienen impreso el copyright, mientras que las de la ranura en J, una mejora con respecto a las de la L, ya vienen pintadas y con el copyright estampado. Nunca fue comercializada ni producida ninguna figura de RF Boba Fett, mucho menos en blister, por la que todos los ejemplares vienen en estado “loose”, suelto. Lo que si se conoce es el cartón en el que iba ser empacado, exactamente igual al definitivo, pero con la advertencia de contener piezas pequeñas en la parte superior derecha del cartón.









Aproximadamente existen dos docenas de RF Boba Fett L-Slot y menos de 40 J-Slot, por lo que es una de las figuras más limitadas del mundo. Su precio no varía realmente entre una y otra versión, siendo ligeramente más cara la L-Slot.






                 






 Actualmente, una figura de Rocket Firing Boba Fett, con su respectivo certificado de autenticidad, oscila entre los 12.000 y 15.000 dólares americanos. Debido a esto, también son muy comunes las estafas. Dado que la mayoría de las figuras J-Slot ya vienen pintadas y con el copyright impreso, es muy fácil modificar una figura común de Boba Fett y hacerla pasara por una Rocket Firing. Por si tienen pensado adquirir una de estas figuras (jejeje....), les recomiendo lean primero algunas guía para identificar posibles fraudes.










jueves, 23 de diciembre de 2010

Colecionista. Que la Pasta te Acompañe









El coleccionismo de piezas vintage, que podemos definir arbitrariamente como todo aquello producido antes de 1990, requiere unas grandes dosis de paciencia, cosa que no ocurre con productos actuales. Para adquirir un producto fabricado recientemente, basta con dirigirse al establecimiento indicado o con revisar un par de páginas de internet. En el peor de los casos, siempre existe Ebay. La dificultad para conseguir estas piezas, es casi nula.

¿Pero cómo hacemos para conseguir una pieza que dejó de fabricarse hace más de 20 años?.
¿Y si solamente se fabricó exclusivamente en un país, como Venezuela?.
Pues mucho peor, ya que ni Ebay puede salvarnos. Simplemente, hay que tener paciencia. ¿Cómo hace uno para coleccionar cosas que, virtualmente, puede decirse que no existen?. Una de las cosas que aumenta el valor añadido de una pieza vintage frente a una actual, es la dificultad para conseguirla. Hay piezas de este tipo que solamente aparecen en Ebay un par de veces por año (a veces menos), y nunca en otras páginas.

Por ejemplo, para comprar un robot de la serie Soul of Chogokin, basta con ingresar en cualquier sitio de ventas online (Ebay o Mercadolibre) y ver cual es la mejor de las decenas de ofertas que aparecen. Pero para comprar el mismo robot, en su equivalente original de Popy de finales de los 70’s, pueden hacer falta meses, inclusive años, hasta conseguirlo en subasta. Y aún así, es necesario tener la disponibilidad económica en ese momento preciso.

Cuando yo estaba comenzando en el mundo del coleccionismo, un buen amigo y colega me dijo una frase lapidaria que definió a partir de entonces mi enfoque hacia este hobby: “lo que va a ser para uno, será para uno”. Este enfoque, aunque puede sonar excesivamente determinista, libera al coleccionista de una carga que puede llegar a ser muy pesada: la obsesión por conseguir una determinada pieza. Explicando esto un poco, quiere decir que uno no debe obsesionarse, y tal vez ni siquiera preocuparse, por conseguir algo. Puede sonar supersticioso, pero pareciera que mientras más uno desea conseguirlo, menos probabilidades hay de que suceda.

Todo esto, cabe recordar, aplicado siempre al coleccionismo vintage, donde hay cosas que son realmente difíciles de encontrar, a diferencia de lo actual. Muchas de las mejores y más preciadas cosas que forman parte de mi colección, las he conseguido en el momento menos esperado, en el lugar y las circunstancias más inesperadas, cuando ni siquiera recordaba que estaba interesado en conseguirlas. Sin llegar a extremos religiosos que involucren la predestinación, quiero decir que las cosas llegan en su momento, ni antes ni después. No hay que obsesionarse, y muchas veces ayuda hasta olvidarse de ellas.



                                                    Anuncio original emitido en TVE


Por otra parte, hay otra característica innata del coleccionismo vintage: la emoción de la cacería.
En algun lado leí que para un coleccionista, tiene más valor los años de búsqueda invertidos, culminando con el momento en el que finalmente se encuentra la presa, que la pieza en sí. Es la emoción de la caza, la "arqueología", la investigación y la búsqueda de cosas específicas que ya no están disponibles.

¿Pero por qué me enfoco solamente en lo vintage?. Mientras que el 95% de los coleccionistas de figuras de acción compran productos actuales, principalmente Star Wars y el superhéroe de moda, en tiendas normales y por internet, existe un 5% de coleccionistas que son muy específicos en lo que buscan. Cuando una persona tiene ya cierto tiempo coleccionando, llega un momento en el que tiene que tomar ciertas decisiones. Necesita especializarse. Coleccionar todo lo que se produce actualmente, es imposible, aún para una persona con infinito dinero. Es por eso que hay que elegir muy bien lo que se va a comprar.

¿Por qué desestimar lo nuevo? Todas las cosas nuevas van a estar disponibles por mucho tiempo, más aún tomando en cuenta las altísimas cotas de producción actuales, y sus precios es muy difícil que varíen con el tiempo. Pero si se da la oportunidad de comprar algo realmente raro y difícil, que sabemos que no va a estar disponible por mucho tiempo más, no se puede desaprovechar. En ese momento, la paciencia invertida se verá plenamente recompensada. Es por eso que, cuando un coleccionista adquiere la experiencia necesaria para “pasar de nivel”, cambia su enfoque radicalmente: los verdaderos coleccionistas “hardcore”,
coleccionan piezas vintage.

Con todo esto no quiero denigrar, ni mucho menos, a nadie. No es mi deseo que nadie se sienta ofendido, es simplemente una opinión muy personal acerca de mi enfoque hacia el hobby del coleccionismo. Según algunos coleccionistas que he leído, los coleccionistas más serios eventualmente se decantarán por coleccionar exclusivamente piezas ultra raras. Y la mayoría, serán vintage.

No obstante todos tendran una necesidad común: Que la Pasta les acompañe.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La Venganza de los Sith. Lucas Rehabilitado


                                              La Venganza de los Sith  (2.005)






 USA, 2005 : Hayden Christensen (Anakin Skywalker / Darth Vader), Ewan McGregor (Obi-Wan Kenobi), Ian McDiarmid (Supremo Canciller Palpatine), Natalie Portman (Padme Amidala), Frank Oz (Yoda), Samuel L. Jackson (Mace Windu), Anthony Daniels (C3PO), Kenny Baker (R2D2), Matthew Wood (Voz de General Grievous), Jimmy Smits (Senador Bail Organa), Christopher Lee (Conde Dooku), Temuera Morrison (Comandante Cody)
Director - George Lucas, Guión - George Lucas, Productor - Rick McCallum para LucasFilms, Musica - John Williams
  
     
  TRAMA : El Supremo Canciller Palpatine ha sido secuestrado por la insurgencia, y se encuentra bajo el poder del General Grievous. Fuerzas Jedi logran infiltrarse y consiguen liberarlo. Admirado por el desempeño del joven Skywalker, Palpatine pide que sea su intermediario personal frente al consejo de los Jedi. Pero en realidad se trata de una maniobra para seducirlo al lado oscuro de la Fuerza. Habiendo visto en el futuro que Padme se encuentra embarazada de Anakin y que puede fallecer en el parto, el canciller revela su verdadera personalidad - ser el Dark Lord Sith Sidious - frente a Anakin. Al joven lo asaltan sentimientos encontrados, pero termina por decantarse hacia Palpatine. Y en medio del conflicto, el Canciller correrá el rumor de que los Jedis desean liquidar el Senado, aprovechando Palpatine la ocasión para implantar una dictadura, creando un nuevo imperio galáctico y exterminando a los Jedis.


                                                                            

                                                               trailer original





Esta es la conclusión de la nueva trilogía creada por George Lucas y basada en la renombrada saga de La Guerra de las Galaxias.

Lucas enseñó a Hollywood el significado de la palabra precuela, y desde entonces la industria americana del cine se ha sumergido en una voragine de precuelas de las franquicias más conocidas (desde Batman y El Exorcista hasta James Bond).

Pero si bien Lucas impuso la moda, tampoco fue una movida que le saliera muy bien. Sin duda Episodio I y Episodio II han rellenado las arcas de Lucas - que dicho sea de paso, después de Star Wars e Indiana Jones, ha sido incapaz de crear algo potable, y ha vivido exclusivamente del merchandising de sus franquicias y de sus empresas especializadas en efectos visuales y sonido -, pero artística, crítica y popularmente han sido un desastre. La gente ha acudido masivamente a la llamada, pero la espera ha resultado ser un fiasco. Tanto Episodio I como Episodio II son fabulosos catálogos multimedias de lo que puede crear la ILM, pero como películas son terribles. Los argumentos son ridículos, las actuaciones pétreas, los diálogos pura cursilería, y el sentido de la aventura casi nulo.

Si bien es cierto que la trilogía original no era Shakespeare, tenía al menos cierta coherencia interna : había un espíritu comic muy fuerte de la aventura, los personajes eran algo estereotipados pero funcionaban, y la historia no quedaba sepultada bajo los efectos especiales. Las cosas eran simples, y los malos eran realmente malos (y funcionaban).

Pero la trilogía de precuelas sólo cometió un error tras otro. Primero, enredándose en los golpes de efecto que Lucas había tirado en la trilogía original (Leia y Luke hermanos; Darth Vader el padre); segundo, porque puso toda la trama bajo una serie de procedimientos burocráticos que atosigaron a los espectadores. Una compleja trama de políticas y traiciones que no resultaban demasiado interesantes, en especial por el tercer punto que son los personajes sosos. Si la primera trilogía mantenía la pureza de la simpleza, reduciendo las cosas a terminos similares al Western (buenos contra malos, minorías contra mayorías), la nueva saga olvida completamente sus orígenes. Y el cuarto punto es la exageración de todo; demasiadas naves, demasiados alienígenas, demasiados superpoderes para los Jedi... abandonando cualquier concepto mínimo de credibilidad.

Por eso es que cuando llega Episodio III, los fans se encuentran aburridos de la saga. Salvo los efectos especiales, nada resulta admirable de las últimas entregas, y uno podría suponer que lo mejor que podría haber hecho Lucas es haber creado una trilogía posterior a la Star Wars original (contando lo que le pasó a Luke, Leia, etc), o bien dejar la trilogía de precuelas en manos de otros directores. Ese es el problema de la gente demasiado exitosa y con gran poder, que no tienen a nadie que los frene a tiempo o que al menos le impongan un control de calidad.

Pero por suerte, Episodio III termina por transformarse en lo que los fans y público en general estaban esperando. Episodio I y II directamente no existen; sólo es válida La Venganza de los Sith.

Lucas termina por sacarse las telarañas, y ha entrado en forma, atendiendo más a la historia que a los efectos especiales. Eso no significa que Episodio III llegue siquiera a ser una buena película (los díalogos y las actuaciones siguen siendo terribles), pero al menos recupera el sentido épico de la trilogía original.

Los efectos especiales son descomunales, y posiblemente sea visualmente la mejor película de FX de la historia. Hasta ahí, no hay nada de qué asombrarnos. Pero al menos, entre la catarata de efectos visuales, Lucas se hace un tiempo para algunas escenas más intimas que terminan por darle profundidad al relato. El debate moral de Anakin, la tentación al lado oscuro por Palpatine, o el duelo final entre Obi Wan y Anakin (ya convertido) están bien desarrollados.

El problema es que al guión le falta un pulido general. Sólo algunos personajes están elaborados, pero el resto sigue portándose como idiotas. El papel de Mace Windu (y Jedis en general, con excepción de Kenobi y Yoda) es de un autismo impresionante, y ni siquiera un actor tan potente como Samuel L. Jackson puede darle algo de vida. En general uno llega a justificar la suerte de la República, ya que está en manos de gente que no tiene dos dedos de frente, actúa de modo ingenuo y perece bajo la avalancha de la burocracia. ¿Por qué los Jedis utilizan al sospechoso ejército de clones?. ¿Por qué Mace Windu va a arrestar a Palpatine con unos escasos Jedis?. ¿Cómo es que nadie sospecha de las verdaderas intenciones de Palpatine?.

Y otro problema es Hayden Christensen. Si bien en Episodio II era el único que mostraba algo de vida, aqui se notan todas sus limitaciones acomo actor. No le da el perfil para mantener una actuación digna de lo que debería ser el profundo dilema moral de una persona conflictuada. A veces uno piensa en las contradicciones de Star Wars - en La Guerra de las Galaxias, Kenobi da a entender que Anakin era un general mayor, un cuarentón que se sedujo por el lado oscuro -, y termina por concluír que es ridículo que la suerte del Universo dependa de un adolescente impulsivo.

Pero mientras que Christensen no da con el perfil, al menos su personaje hace algunas cosas interesantes. Es allí cuando el filme termina por dar pasos arriesgados y con coraje. La secuencia de la matanza de los aprendices Jedi (todos niños) es fabulosa. Es en momentos así cuando Lucas termina por poner toda la carne en el asador, cosa que no hizo en las películas anteriores. Lo mismo que la orden 66 dada a los clones para matar a los Jedis, o el climax minimalista con los gemelos entregados a Bail Organa y a los tios de Skywalker. En ese tono pesimista que encuentra el filme en su segunda mitad, es cuando termina por darle estatura a la historia. Por ello es que cuando Anakin se erige con la armadura negra, ya convertido en el Darth Vader que todos conocemos, que la audiencia aplaude a pesar de lo triste de la situación.

Es un filme oscuro; pero la inercia de los hechos que relata supera todos sus problemas de guión. Es también una pildora amarga que obliga inmediatamente a alquilar la trilogía original completa, para quitarse el gusto de la boca. Pero sin dudas es una película digna para incluir en la saga, que termina por rehabilitar a Lucas con los fans y el público en general.


lunes, 20 de diciembre de 2010

El Ataque de los Clon. Proposito de Enmienda.




El Ataque de los Clon.  (2.002)






Dirección: George Lucas.
País: USA.
Año: 2002.
Duración: 136 min.
Interpretación: Ewan McGregor (Obi-Wan Kenobi), Natalie Portman (Senadora Padmé Amidala), Hayden Christensen (Anakin Skywalker), Ian McDiarmid (Canciller Supremo Palpatine / Darth Sidious), Samuel L. Jackson (Mace Windu), Pernilla August (Shmi Skywalker), Jack Thomson (Cliegg Lars), Christopher Lee (Conde Dooku / Darth Tyranus), Anthony Daniels (C-3PO / Teniente Dannl Faytonni), Frank Oz (Yoda; voz versión original), Andrew Secombe (Watto; voz v.o.), Oliver Ford Davies (Sio Bibble), Silas Carson (Nute Gunray / Ki-Adi-Mundi), Kenny Baker (R2-D2), Ahmed Best (Jar Jar Binks; voz v.o.), Jimmy Smits (Senador Bail Organa), Ayesha Dharker (Reina Jamillia), oel Edgerton (Owen Lars), Bonnie Piese (Beru Whitesun), Temuera Morrison (Jango Fett), Daniel Logan (Boba Fett).
Guión: George Lucas y Jonathan Hales; basado en una historia de George Lucas.
Producción: Rick McCallum.
Producción ejecutiva: George Lucas.
Música: John Williams.
Fotografía: David Tattersall
Montaje: Ben Burtt.
Diseño de producción: Gavin Bocquet.
Dirección artística: Phil Harvey y Jonathan Lee.
Vestuario: Trisha Biggar.
Decorados: Joanne Tastula y Peter Walpole.

TRAMA: Corren tenebrosos tiempos para la República. Ésta continúa envuelta en luchas y sumida en el caos. Un movimiento separatista, formado por centenares de planetas y poderosas alianzas y y lideradas por el misterioso conde Dooku, abre nuevas amenazas para la galaxia, a la que ni siquiera los Jedi parecen poder poner freno. Estas maniobras, planeadas hace mucho por una poderosa fuerza, conducen al estallido de las guerras clones y al principio del fin de la República. Para allanar el camino, los separatistas intentan asesinar a la senadora Padme Amidala. Para evitar futuros atentados, su seguridad es encomendada a dos caballeros Jedi.








Parece que, después de todo, a George Lucas le han venido bien los mil y un varapalos recibidos por parte de crítica y público con La amenaza fantasma. El primer episodio de la saga galáctica más famosa de la historia del cine del cine consiguió captar una desmedida atención en torno a su estreno para finalmente ofrecer pura pirotecnia disfrazada de humo. Con unos personajes lineales, una trama plana e intrigas políticas de parvulario, las expectativas sobre siguiente entrega de la saga, El ataque de los clones, eran más bien escasas.

Aunque se temía una almibarada historia de amor entre Anakin Skywalker y la reina Amidala, El ataque de los clones salva el tipo mejor de lo esperado, pese a que el filme se resiente de algunos de los lamparones formales que afeaban el Episodio I.

Y es que Lucas sigue obsesionado por revestir sus creaciones del envoltorio digital más vanguardista a toda costa, lo que las acaba encorsetando. El cómodo respaldo que le proporciona Industrial Light and Magic a la hora de disponer de los últimos efectos generados por ordenador le hace olvidar que un simple animatronic de los años 80 genera más emoción, más cercanía y empatía que los mil alien digitales que pueblan cualquiera de los planetas que se saque de la chistera.
 Esta carencia de corporeidad en las imágenes es la responsable en ocasiones de que el espectador no se introduzca en la historia con el mismo afán escapista con que, sin ir más lejos, saltaba a la velocidad de la luz en el Halcón Milenario de Han Solo.

El problema es que la desbordante imaginería visual de Lucas, que no parece tener freno, no se complementa con el correspondiente tratamiento cinematográfico. Al veterano realizador no parecen importarle líneas argumentales cogidas con hilos, diálogos imposibles y tiempos muertos gratuitos mientras pueda condensar en dos horas y media su viaje turístico por las galaxias.

25 años después de el Episodio IV, Lucas vuelve a mostrarse como un excelente productor y creativo, y como un director mediocre. Y es aquí donde se echa de menos la labor de un Lawrence Kasdan, fundamental para la arquitectura de la primera saga y cuya labor nunca será bien ponderada. El mismo material, en manos de un director ajeno al universo Lucas, probablemente hubiera conseguido el adecuado equilibrio entre forma y contenido.

Quizás es que, al fin y al cabo, Lucas quiere ejercer de Lucas hasta las últimas consecuencias, máxime tras su promesa de llevar a cabo los nueve episodios que auguró a finales de la década de los 70. Una apuesta valiente con la que el director certifica que cada vez le importan menos los resultados en taquilla y más ser fiel a su manera de rodar y concebir las imágenes. En consecuencia, El ataque de los clones, más sombría y sobria que su precedente fílmico, no tiene reparos en explorar y explotar los claroscuros de la historia, a fin de hacer menos evidente la dualidad bien-mal, tan inocente siempre en sus películas.

Un paso en firme este que le lleva a una construcción más enriquecedora de personajes, y no solo en lo evidente, es decir los primeros signos de reconversión al lado oscuro de Anakin (un sorprendente Hayden Christensen), sino en una mayor complejidad de secundarios como el caza-recompensas Jango Fett o el traidor Conde Doku (Christopher Lee tan inmenso como siempre). Son ellos los que por momentos devuelven la saga a aquellos momentos de épica bien entendida que nunca debió perder. Esta voluntad de oscurecer a conciencia la odisea de Anakin consigue además silenciar los momentos de humor de teleñeco del execrable Jar Jar Binks, sin duda un acierto y un alivio para el espectador.

Indudablemente, Lucas ha tomado buena nota de las quejas de la legión de fanáticos con que cuenta la saga, que añoraban la decadencia malsana de El imperio contraataca. De hecho, los últimos cuarenta minutos de metraje son puro festín para fans. El realizador juega con cada uno de los iconos de la saga en un tour de force vibrante y apoteósico. Duelos con sable láser, un papel más activo de Yoda, un sinfín de caballeros Jedi luchando a brazo partido contra los enemigos de la Fuerza... en definitiva, Star Wars en estado puro. El estupendo tramo final de El ataque de los clones, cuya espectacularidad llega a abrumar, redime al realizador frente a sus acólitos y consigue hacer olvidar los momentos de tedio de la primera hora de metraje. Al embaucador Lucas comienza a acompañarle de nuevo la Fuerza.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La Amenaza Fantasma. Una Oportunidad Perdida.



La Amenaza Fantasma  (1.999)





USA, 1999 : Liam Neeson (Qui-Gonn Jinn), Ewan McGregor (Obi-Wan Kenobi), Natalie Portman (Reina Amidala/Padme), Jake Lloyd (Anakin Skywalker), Ahmed Best (Jar-Jar Binks), Pernilla August (Shmi Skywalker), Ian McDiarmid (Senador Palpatine), Ray Park (Darth Maul), Brian Blessed (Nass), Kenny Baker (R2D2), Hugh Quarshie (Capitan Panaka), Frank Oz (Voz de Yoda), Samuel L. Jackson (Mace Windu), Anthony Daniels (Voz de C3P0), Terence Stamp (Canciller Valorum)
Director - George Lucas, Guión - George Lucas, Productor - Rick McCallum para LucasFilms, Musica - John Williams
  
     
  TRAMA : La Federación de Comercio mantiene bajo sitio al débil planeta Naboo, y el Parlamento de la República Galáctica envía a dos caballeros jedis a negociar. Pero resulta ser una emboscada, y los jedis pronto se verán escapando a través de la galaxia conjuntamente con una comitiva de la Reina Amidala, intentando llegar a Coruscant, la capital de la República. En el medio, deberán hacer un alto en el desértico planeta Tatooine para reparar la nave, y se toparán con un chico que es mantenido como esclavo y que posee poderosas cualidades de la Fuerza. El chico, la comitiva y los jedis llegan al Parlamento, pero este solo argumenta rechazos a intervenir militarmente en Naboo. Dejados por su cuenta, el grupo deberá combatir el asedio de la Federación, descubriendo que fuerzas oscuras conocidas como los Sith se encuentran manejando como titiriteros a los líderes del sitio, procurando desestabilizar la democracia de la República



Trailer original


La trilogía original de La Guerra de las Galaxias es una piedra basal de la historia del cine.
No sólo dió origen al concepto del blockbuster moderno, sino que revolucionó al género de la ciencia ficción cinematográfica - hasta ese momento, un subgenero marginal en el celuloide -, haciéndolo potable para el consumo de las masas; y, de entre un sinfín de consecuencias que tuvo, fue el auge de George Lucas hasta el zenith como mago de los efectos especiales.
Desde 1977 hasta la fecha no hay ninguna empresa de efectos especiales - siquiera la Weta Workshop de Peter Jackson - que asemeje al poder y perfección que ha desarrollado la Industrial Light & Magic de Lucas en todos estos años. Han brindado herramientas de tecnología a la industria del cine donde, hoy, cualquier cosa concebible es pasible de ser plasmada en la pantalla. Sin hablar del Imperio que Lucas ha construido como productor, técnico y empresario : produciendo filmes, generando merchandising, incursionando en los video juegos, etc. El único caso de self made man en la industria del cine comparable a Lucas es únicamente Steven Spielberg.
El gran problema de un hombre así, con semejante poder y visión, es el del control de calidad. Spielberg lo posee, internamente o quizás por asesores que le aconsejen, pero Lucas aparentemente no. Sería apresurado decir que Lucas es un hombre que tuvo dos ideas brillantes en la vida (Star Wars, Indiana Jones) y se dedicó a ordeñarlas hasta el hartazgo... o quizás no.

Aún queda tiempo para ver si existen más ideas brillantes en la galera de este mago. Pero lo cierto es que, después de Star Wars y de Indy, todo lo que ha producido LucasFilms ha sido mediocre o terrible (Willow, Howard el Pato, la serie televisiva de Indiana Jones) o ha pasado anónimo (Tucker, el hombre y su sueño, dirigida por Francis Ford Coppola).
La idea de la nueva trilogía nace a mediados de los 90, cuando Lucas decide realzar digitalmente Star Wars, El Imperio Contraataca y El Regreso del Jedi. Con tecnología de última generación, el relanzamiento de los films culminó en los reestrenos más taquilleros de la historia del cine, y dando señales a Lucas de que aún el terreno estaba fértil para sembrar nuevas aventuras de La Guerra de las Galaxias.

Es que en realidad, sería inocente por parte de Lucas desconocer que se trata de un mercado que él creó y se ocupó por mantenerlo vivo durante todos estos años (ya estamos hablando de 30 años desde el primer film), a través de los comics, los video juegos o el merchandising. Además, la construcción de la trilogía original resulta ser lo bastante sólida (y poseer la suficiente magia) como para vencer los rigores del tiempo y de las épocas, y de continuar siendo aceptada por nuevas generaciones. Por ejemplo, pensemos en la serie de films de El Planeta de los Simios (la serie de peliculas más taquilleras de la era previa a Star Wars), que no han generado el suficiente culto ni han resistido tan bien el paso de los años (en buena parte, estimo, por un error de los dueños de los derechos, que no los han explotado tan inteligentemente como Lucas), y que hoy el público prácticamente ignora.

Rick McCallum, después de la restauración digital de la trilogía original, comenzó a espolear a Lucas para embarcarse en una nueva trilogía. Y en ese caso, el enfoque sería de una precuela (palabra de Lucas, alabado sea Dios... y todo Hollywood comenzó a crear precuelas para lo que fuera, intentando resucitar sagas moribundas como Batman, Superman, El Exorcista, etc.). Pero McCallum, impulsor del desastre, no consideraba dos cosas : una, que Lucas se sintió apabullado por el éxito de la trilogía original y que desde 1977 no se sentaba en el sillón del director, dejándolo en manos de otros realizadores como Richard Marquand o Irvin Keshner. La segunda desventaja es que, al intentar establecer una precuela, implicaba que Lucas tendría que compatibilizar toda la sarta de incoherencias y culebrones que había creado - como golpes de efecto - en El Imperio Contraataca o El Regreso del Jedi. Hermanos desaparecidos, paternidades y padrinazgos, huecos varios de la historia... Hubiera resultado más lógico emprender una nueva trilogía desde el final de El Regreso del Jedi (y obviando el culebrón familiar de los Skywalker).

Pero Lucas siguió adelante con su proyecto de precuela. Y comete los peores errores posibles al encarar Episodio I. Si bien la trilogía original no es Shakespeare, al menos mantenía la historia en términos simples, lineales, y procuraba mantener el tono de la épica a toda costa. Era la emoción cargada en sus imágenes lo que le daba magia a Star Wars. Y si bien los diálogos no siempre eran brillantes, el poder de sus logros superaba ampliamente al de sus defectos.

Pero no Episodio I. Obviamente los efectos especiales son descomunales, pero la historia es hueca. Súbitamente algo tan épico y mágico como La Guerra de las Galaxias se transforma en pastiche clase B propio de los 50, con personajes diciendo diálogos totalmente absurdos, con una trama enredada en políticas que no le interesan a nadie, con escenas que fallan miserablemente ya que no nos importan sus personajes ... inundado con un presupuesto millonario (quiten los fastuosos decorados, efectos y uniformes, y pongan a los mismos personajes en decorados de cartón y disfraces baratos, y verán bien de qué hablo). Y no hablamos sólo de la presencia de Jar Jar Binks (a quien todo el mundo odió); los diálogos de Qui-Gonn y Obi Wan son espantosos, así como los razonamientos y deliberaciones del consejo Jedi o del Parlamento de la República. Pareciera que nadie tiene dos dedos de frente o se le ocurran cosas lógicas sobre el sitio de la Federación, amén del increíble sacrilegio que hace Lucas al traducir los orígenes de la Fuerza en términos científicos (los midiclorianos, esas malditas células que solo poseen los individuos con capacidades Jedi).

Al respecto, se me ocurre una imagen : un chico saborea un delicioso pastel cocinado por su abuela, y le consulta a esta por qué es tan rico. La abuela le contesta que tiene amor y dulzura, y es tan sabroso porque está hecho con cariño. En cambio, Lucas contesta: con 100 gramos de chocolate, 250 de harina... y toda la receta y pasos a seguir, lo cual termina por matar toda la magia.

Es, sin duda, un Star Wars hecha por los números : ponga razas extrañas aquí y allá, algunos héroes poderosos llamados Jedi allí y añada una conspiración. Listo. Pero la realidad es que esto no funciona así. Comenzando por los Jedis, que ahora son verdaderos Supermans, dando saltos gigantescos y haciendo acrobacias inimaginables. No es lo que modestamente habíamos visto, por ejemplo, en El Regreso del Jedi.
Incluso, del lado del mal, las cosas no van bien. La Federación y su ejército de robots hechos con piezas Lego no asustan a nadie (¿no podrían haberlos diseñado de un modo más impresionante?). Malos diálogos, malas actuaciones, y ni siquiera la presencia de Darth Maul (más fashion que otra cosa) aportan algo de sabor a un Star Wars totalmente desabrido. Sin duda los efectos impresionan, pero tienen la misma vida que un gran y lujoso video game.

Y aunque Lucas comenzaría a corregir tibiamente su error en Episodio II, el resultado de esta primera precuela es francamente decepcionante.